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piropos pervertidos
En el mes de enero, el sitio Babe publicó el testimonio de una fotógrafa de 23 años que, bajo el seudónimo de Grace, dijo que una cita con Ansari escaló hasta transformarse en abuso sexual después de que él ignorara sus múltiples señales “verbales y no verbales” de que no deseaba tener sexo. Un desconcertado Ansari respondió que había entendido que lo ocurrido esa noche había sido “totalmente consensuado, según todas las indicaciones”. Según con sus desarolladores, la app es capaz de admitir entre frases inocentes o aquellas que tienen la posibilidad de tener algún contenido sexual y si los individuos cometen muchas faltas, pueden ser eliminados de la aplicación lo que forzará a los individuos a sostener sus buenos modales. Cuando un varón concluye su adolescencia y se dirige a “sus veintes”, es completamente entendible que el matrimonio aún no juegue preponderancia alguna en su lista de prioridades. No obstante, en el momento en que se aproxima y llega a “sus treintas”, aun por una suerte de presión social (por llamarle de algún modo), comienza a presenciar la necesidad de localizar a una mujer con la cual pueda sentar cabeza, como afirmaran nuestros abuelos.
Me refiero al anti-envejecimiento del prepucio, el escroto, la región púbica y de las entrepiernas. Respecto al primero, los especialistas lo acortan con la finalidad de que el glande quede totalmente expuesto, lo que se conoce universalmente como una simple “circuncisión”; para la segunda opción, lo que procede es a un moldeado de los testículos para que éstos recuperen la solidez de antaño y a las regiones púbica y de las entrepiernas lo que procede es efectuar un lifting para remover las arrugas, aunque asimismo aplica una liposucción selectiva. Empero, no es un pecado o un delito fundamentar nuestra aspiración y búsqueda en ciertos patrones estéticos, pero… ¿quizás no estamos buscando el amor, la completud, la felicidad?
Prevalencia De Crueldad Sexual En Estudiantes De La Universidad Tecnológica De Pereira, Colombia, 2010
Bajo este contexto, la primera cosa que debemos absorber con respecto a los errores es que éstos son únicamente subjetivos y que su relevancia, relevancia, gravedad o afectación, cuando se presentan o en el momento en que los cometemos, únicamente nos dañará si permitimos que se magnifiquen por el hecho de que, al final del día, el peso específico de estos solo impactará en nuestras vidas si nos enojamos, si nos frustramos o si no los tomamos como una estupenda ocasión para conseguir experiencia y fortalecernos. Supervisar a la pareja es visto por las sociedades actuales como una especie de crueldad de género. Esa obsesión de alguien enamorado por querer comprender y llevar a cabo todo con su pareja no está nada bien, si bien existan estudios sociales que lanzan que entre las parejas jóvenes una de cada tres cree que es una actitud “totalmente habitual” supervisar y vigilar los movimientos de la pareja.
En la medida donde un hombre y una mujer logren compaginar sus gustos, intereses y sentimientos en un tapiz de comprensión y tolerancia poco irán acercándose a esos balances tan importantes de los que hemos hablado recurrentemente en este espacio. Es incómodo, doloroso e incluso humillante que un hombre o una mujer deban converger, cohabitar y coexistir al lado de alguien que frecuentemente piensa en otra persona, en alguien que formó una parte de su pasado y que como una suerte de “fantasma” sabotea indirectamente todo esfuerzo de esa persona que esta junto a nosotros por querer agradarnos o satisfacernos. Es muy simple (y lo menciono pues prácticamente todos hemos caído en ello), vivir una relación de noviazgo o de matrimonio y que ésta se vea empañada o enrarecida por el hecho de que uno de los dos elementos, o incluso los 2, muchas veces llevan “convidados” a su cotidianidad y a su privacidad.
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Y sucede que, para bien o para mal, todos y cada uno de los seres humanos, absolutamente todos, hombres y mujeres por igual, prácticamente definimos nuestra vida adulta con relación a todo aquello a lo que nos expusimos a lo largo de nuestra niñez. Los acontecimientos, las vivencias, los sucesos, las vivencias de nuestra niñez determinan en gran medida el tipo de personas en las que nos convertiremos al llegar a la madurez. Vivir con miedos y complejos, ser personas confiables y responsables, accionar con los pies en el suelo o conducirnos de manera imprudente o desparpajada, es resultado de todo lo que aprendimos y asimilamos a lo largo de nuestra niñez y adolescencia. Desgraciadamente (sí, lamentablemente) hay muchas personas, hombres y mujeres, que funcionan bajo esta muy sui géneris manera de “amar”. Sin embargo, no hay solamente engañoso y abusivo que a nivel de pareja uno le solicite al otro ) por lo regular es el hombre a la mujer), una prueba de amor. Para empezar, si alguien está pidiendo sexo como una demostración tangible del máximo sentimiento que hay fácil y simplemente lo único que está buscando es satisfacer sus deseos carnales y no le importa en lo más mínimo la otra persona. Por principio de cuentas, si nos apegamos a los conceptos del psicoanálisis, está más que claro que hombres y mujeres en el momento en que comienzan una relación (primero el noviazgo y después el matrimonio) tienen una percepción muy especial y subjetiva de la persona a la que han elegido.
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Damos por terminada una relación y al cabo de algunas semanas o meses iniciamos otra con una persona nueva cuyas peculiaridades son muy afines a las de la persona que dejamos atrás o, en el peor caso, dejamos pasar un tiempo y, como dice el refrán, “otra vez la burra al trigo…”, retornamos con la persona con la que tronamos hace un tiempo y repetimos de nuevo el círculo vicioso referido. De ahí que, es primordial que todos , quiero decir que todos mis lectores caballeros, sean capaces de recopilar toda la sensibilidad que les deje su concepción para ponerse en los zapatos de las mujeres cada vez que se sientan tentados a maltratar a una, así sea por medio de una acción, mediante una palabra o a través de un pensamiento. Porque, famoso o desconocido, rico o pobre, citadino o provinciano, estudiado o iletrado, un hombre incrementa su valor en el momento en que sabe de qué manera tratar a las mujeres que cerca, más allá de su propia mujer, sus propias hijas, su propia madre o sus amigas. Pensar, actuar y decir de forma correcta debe ir más allá de una mera cuestión de tratar como Dios manda únicamente a aquellas féminas con las que se tiene algún vínculo (sanguíneo, emocional, profesional, etcétera); por el hecho de que en la medida en la que un hombre trate con dignidad y respeto a una mujer ignota para , al final del día éste se proyectará como un individuo respetable pero, más que nada, como alguien a quien se le va a deber imitar en su comportamiento. Para iniciar, siempre es muy importante que cuando ahora le hemos echado el ojo a alguien no sólo mostremos nuestra mejor cara sólo en las citas o en los instantes de convivencia. Damas y caballeros deben tener en cuenta, aun antes de que logren cerrar su noviazgo y, evidente, cuando asimismo ya estén matrimoniados con el amor de su vida, que más allá de las coincidencias y afinidades que compartan es trascendental que, en la medida de su sensibilidad y también inteligencia sensible, consigan tender un vínculo con su novi@ y su espos@ a través de los datos.
Está comprobado que hoy en dia las mujeres e inclusive los gays y bisexuales adoptan patrones que recalan en terrenos que pertenecen al donjuanismo. Y la presencia o la ausencia de éste en la cotidianeidad de los humanos puede marcar una marcadísima diferencia en torno al balance sensible de todos. Precisamente, aunque muchos hagamos hincapié de esta condición a forma de broma o para fastidiar a esas personas próximas a nosotros, el sexo frecuenta marcar el estado anímico de la gente, para bien o para mal.
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