piropos pervertidos
El vínculo entre una madre y el hijo varón, como lo ha explicado atingentemente el psicoanálisis, es demasiado fuerte, representa, a grandes rasgos, como nos los enseña el “Complejo de Edipo”, el deseo inconsciente del niño por sostener una relación sexual con la mamá y esta relación, no la sexual sino la que de hecho se da entre madre y también hijo, le permitirá a éste desarrollarse con las peculiaridades sentimentales que lo distinguirán de los demás en lo que se refiere a su relación con las mujeres. El pensamiento del que todavía muchos hombres se aferran para justificar su accionar esta relacionado, además al hecho de que fueron educados para depredar, a la circunstancia de que, por poner un ejemplo, en la mayor parte de casos de abusos y asaltos sexuales la mujer es la que ha propiciado esta clase de capítulos porque “ provocan a los hombres porque se visten bastante llamativas y, en el final, uno no es de palo”. Vivimos días en los que, supuestamente, la igualdad y la igualdad están tomando tal preponderancia que hombres y mujeres de repente están viendo de qué forma su rol en la sociedad se está redefiniendo, a nivel tal que conceptos afianzados durante décadas de a poco se fueron derrumbando para ofrecer paso a una exclusiva cultura donde la tolerancia y la comprensión parecieran estarse transformando en los pilares principales de nuestra convivencia y nuestras relaciones. Cuando se muestran las roturas, muchas veces traumáticas de hecho, la mayoría de las veces somos inútiles de analizar por qué suceden.
Sin embargo, en el momento en que nos nos encontramos refiriendo al macrocosmos que se forja, primero en un noviazgo y posteriormente en un matrimonio, es primordial procurar comprender cómo ese nudo, la mayoria de las veces invisible y también intangible, pero irrefutablemente existente, nos permite lograr un nivel de comprensión extraordinario con esa persona a la que escogemos para compartir nuestras vidas. Si verdaderamente te amas a ti mism@ y amas a tu pareja, por el bien de tu relación y de todos aquellos que te rodean, jura supervisar tus celos y si no puedes lograrlo tú sol@, externa lo que estas sintiendo y solicita asistencia. En la mayoría de los casos, cuando una persona siente celos o es recelosa es pues hay un fundamento y este siempre recala en la infidelidad, no hay vuelta de hoja. Pues la persona con la que nos encontramos tiene fama de ser infiel, porque tuvimos una relación anterior donde nos fueron infieles y porque en la inmediatez se percibe la existencia de alguien a quien tenemos la posibilidad de estimar un/una intrus@.
¿opacado Por Una Mujer Empoderada?
Por principio de cuentas, la primera situación a desmenuzar tiene que ver con aquello que nos ocurre al momento que nuestros ojos identifican a alguien que nos llama poderosamente la atención. Aquí el cerebro y sus diferentes zonas o áreas juegan un papel preponderante, pues es mediante estas (el hipotálamo, la corteza prefrontal, el núcleo accumbens, etcétera) que diversos químicos son segregados a grado tal que lo que para bastantes pudiera resultar incomprensible, como, por servirnos de un ejemplo, ver a una pareja completamente dispareja (una chavala despampanante con un chaval más feo que un coche por abajo o al reves), para la ciencia tiene una explicación puntual y contundente. Cuando se habla de las relaciones de pareja difícilmente se aborda el tema desde un criterio científico. Por lo regular, desde tiempos ancestrales, en el momento en que alguien cae enamorado a los pies de alguien nos dejamos llevar por el romanticismo más perfil y aseguramos que hablamos de “la obra de cupido”. No obstante, en un afán de ponernos serios para comprender lo que nos pasa a nivel sentimental-emocional, a veces también sirve ignorar cierto género de conceptos y creencias para adentrarnos un estudio analítico de lo que sucede con nuestro cuerpo en el momento en que alguien nos tiene cacheteando las banquetas. A partir de lo que asimilamos en un inicio en el seno familiar y posteriormente en el entorno social de afuera contaremos con distintos elementos para construir nuestra personalidad y, desde esta circunstancia, nos conduciremos efectiva o de manera negativa mediante las diferentes experiencias que se presenten en nuestra cotidianidad.
- Me refiero al hecho de que al momento de iniciar u nuevo noviazgo, que en el futuro podría convertirse en un matrimonio, llegan con un enorme cúmulo de agobio y melancolía provocados por el hecho de no comprender cerrar círculos… es decir, que no tienen la capacidad de dejar atrás lo que sucedió anteriormente.
- Hay que hacerle caso a las señales de alarma que se nos presentan prácticamente en cascada y que sistemáticamente casi siempre las ignoramos.
¿Por Qué Engañan Los Hombres?
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¿Es válido que un hombre finque su felicidad en, por ejemplo, apoderarse al más grande número de mujeres posibles con el único fin de tener sexo con o en amontonar posesiones materiales (vehículos, gadgets, joyas, etcétera) para presumirlas frente sus iguales y que en ese afán de competencia los pase a todos? Por eso mismo es totalmente válido asimismo que un sujeto empeñe todos sus esfuerzos e ilusiones en, aquí va otro ejemplo, buscar a la mujer de su historia que lo complete en todos y cada uno de los sentidos, casarse y tener hijos con ella, comprar una vivienda en el campo y tener una vida que varios considerarían hastiada y carente de conmuevas. O ¿qué tal, se vale que un hombre decida ser un soltero empedernido que sólo viva para pasársela con sus amigotes y no sentar cabeza jamás?
En ocasiones sólo basta con un poco de cortesía, con una poca de sensibilidad, con sacrificios muy mínimos a fin de que nuestro ambiente y el de muchos más que están cerca nuestro cambie radicalmente y se transforme en un mejor lugar de residencia para todos. Mejorar nuestra actitud, pero sobre todo nuestra óptica de de qué forma percibimos las ocasiones, a la gente, los inconvenientes, nos irá a ayudar en bastante para salir de esa horrible región de confort que nos orilla a meditar en todo momento que aquello que sucede a nuestro alrededor si no nos perjudica no es problema nuestro.
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No obstante, nuestra percepción de éste se torna demasiado dinámico de acuerdo nos vamos amoldando a las situaciones de nuestra realidad y nuestro entorno, más que nada pues todos aquellos que intervienen directa o de forma indirecta en nuestras vidas trastocan nuestra iniciativa de lo que es ser exitos@ con sus propias concepciones. La verdad es que hombres y mujeres sólo procuran sentirse querid@s y desead@s por sus parejas. Por lo mismo, es muy importante que al estar en el dormitorio los dos se comprometan, si bien sea por unos momentos, a ponerse en los zapatos del otro y comprometerse a reforzar ese vínculo que terminantemente todavía existe y que ahí está, sólo deben comprometerse un poquito para recuperarlo y proseguir disfrutando de algo que definitivamente les pertenece siempre y cuando dejen de fingir y engañar. Admitámoslo, el sexo marital (refiriéndome a una pareja de larga duración) se regresa monótono y poco entretenido. Con el transcurrir de los días, los meses y los años la emoción se diluye y eso orilla tanto a hombres como a mujeres a engañar en cama, a buscar pretextos y a omitir aquello que en un principio les era tan necesario como respirar o alimentarse.
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No entender decir que “no” al resto de todo el mundo es como ofrecerle autorización a todos para que nos hagan víctimas de bullying. No obstante, lo que si es un hecho incontrovertible es que debemos ser capaces de aceptar nuevos paradigmas con respecto al amor y comprender de una buena vez por todas y cada una que este no es ciego sino todo lo contrario. El amor verdadero mira, escucha, huele, palpa, respira y sobrevive el día a día cuando una pareja decide que no hay recetas segregas o embrujos con pociones para sostenerlo vivo, fuerte y en constante transformación por el hecho de que, el amor, al igual que la materia, no se crea ni se destruye, solamente se transforma. Y esta situación, con el lapso de los días, empieza a minar el vínculo entre y , pues dejan de hablarse, hay distanciamiento (físico y sensible), silencio, conversaciones a fuerza, y todo por el hecho de que, ya sea por orgullo o por cerrazón, uno de los dos se niega a favorecer el diálogo que les permita superar esa situación desfavorable que, por muy grave que pueda ser, si la charlan, si cada uno muestra sus puntos de vista y razones, puede arreglarse. Pero no, el empecinamiento y el menosprecio/desprecio con lo que piensa y siente el otro siempre es más fuerte y esto acaba por abrir una brecha cada vez más grande entre ambos componentes de la pareja. Por lo anterior, resulta sumamente esencial dejar en claro que las parejas contentos y equilibrados no son aquellas que no tienen inconvenientes, discusiones o riñas, sino más bien las que a pesar de tenerlas consiguen echar mano de la madurez suficiente para resolver algún desavenencia y, a través de el diálogo y la comunicación, se sientan a solucionar algún contrariedad, por muy complicada que ésta sea. Por lo mismo, nunca está de sobra echar mano de la prudencia al instante de enamorarnos de alguien, por intensísima que pueda ser la atracción física.