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piropos pervertidos
Humano significa desarrollar dentro de nosotros mismos pensamientos y sentimientos que tenemos la posibilidad de concretizar por medio de nuestras actitudes, acciones que siempre y en todo momento debieran tener un encontronazo positivo tanto en nuestras vidas como en las vidas de esos a quienes amamos. Ser honestos y sensibles, reconociendo que el amor es una parte de nosotros y de todo lo demás, construyendo una aptitud para lograr equilibrarnos y adaptarnos a los cambios siempre y en todo momento esperando lo destacado de nosotros mismos y no sacando ventaja de aquellos a quienes percibimos como atacables. Y es que, finalmente, dado que seamos capaces de realizar complicadas operaciones conceptuales y simbólicas, como puede ser la utilización de refinados sistemas lingüísticos que nos dejan hacer llegar nuestros pensamientos a través del lenguaje hablado, no nos sitúa en una situación tangible que nos deje considerarnos superiores a otras especies. Y esto lo menciono porque desgraciadamente mientras que el hombre evoluciona en distintos ámbitos de su cotidianeidad pareciera resuelto a distanciarse de las características que le permitieron ubicarse como el principal protagonista de la pirámide evolutiva. Es muy fácil ver la paja en el ojo extraño y pasar por alto la gran viga que nubla la visión del nuestro. Pero si nos ponemos a analizar que por cada vida humana existe una circunstancia de especificaciones propias y particulares, y que eso la hace totalmente diferente del resto, podríamos comenzar a construir relaciones más positivas con el resto del mundo, incluso con nosotros.
- La sexualidad y el erotismo siempre apelarán a la libido, a los instintos, a los deseos, pero más que nada a nuestra individualidad y a la riqueza o pobreza de nuestra esencia.
- Es más, estoy de forma plena persuadida de que muchos de , amables lectores, a diario enfrentan múltiples conflictos existenciales pues no comprenden asertiva y atingentemente qué realmente nos hace felices y nos deja tener una vida plena.
- No obstante, lo previo no significa que los hombres sean los únicos que procuran y desean sexo.
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Revalidación De La Escala De Acoso Sexual Y También Interacción Popular De Contenido Sexual En El Campo Universitario
No es necesario tener un cuerpo musculoso y utilizar palabras cursis para llamar la atención del amor de tu vida. Los científicos tienen una estupenda vida cariñosa, no solo son capaces, sino que conocen tanto de química, física y, evidentemente, biología, que se hacen irresistibles. Esta lista de piropos pretende ser un llamado a eliminar las múltiples formas vulgares y también mínimas de dirigirse a una mujer en la actualidad, que transforman su calidad de “halago” en acoso, y a retomar un medio lingüístico tradicional que, pronunciado con respeto y sin imprudencia, bien podría calificar como poesía mexicana. Tengamos en cuenta que el piropo descontextualizado, es decir sin consentimiento o sencillamente invasivo, es una práctica degradante, aún cuando este impregnado de desbordante ternura.
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Pero no tenemos la posibilidad de dejarnos que sean otros quienes decidan lo que es bueno o lo que es malo para nosotros, pues eso irremediablemente nos conducirá a la obsesión y a la infelicidad. Sin embargo, para defendernos tanto a nosotros mismos como a nuestras parejas de las ETS, lo más conveniente es tener una vida sexual mesurada y responsable, algo que en sociedades como la nuestra tristemente no se muestra ni se ejercita apropiadamente. La cultura de la sexualidad, tanto en la vivienda como en las academias, tiende a presentarse con huecos realmente trágicos que causan que pequeños, pequeñas y jóvenes crezcan con conceptos y valores poco claros y poco sólidos en el momento de combatir un tema tan delicado como lo es el sexo.
Y no, no me refiero a obsequiar flores, tarjetas, bombones y chocolates, los cuales, por cierto, nunca pasan de tendencia. Tampoco estoy enfocándome en esas reglas de cortesía que despliegan los caballeros y que bien pueden ser consideradas “detalles”, como lo es abrirle la puerta del coche a su mujer, dejar que camine en la parte interior de la acera cuando vayan a su lado o asistirle a que se siente en el lugar de comidas sosteniéndole la silla.
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Hablar sobre esas prácticas que quizá efectuaban con precedentes parejas sexuales y que les gustaba llevarlas a cabo; traer a la conversación (¿por qué no?, también es válido) proponer situaciones que durante un buen tiempo las han dejado en el lote de las fantasías e incluso incursionar en situaciones que, conocidas a través de la pornografía, les gustaría presenciar. Pues bien, la testosterona es una hormona que producen los testículos del hombre, siendo la hormona androgénica más importante en el cuerpo y ésta es primordial por el hecho de que asiste para mantener los huesos y los músculos fuertes; asimismo es primordial para la producción de espermatozoides; es uno de los más importantes elementos para mantener el sexual y por ejemplo funciones asimismo se utiliza para sentirse bien y tener energía. A medida que un hombre avejenta, los escenarios de testosterona van reduciendo poco a poco, lo que provoca que se presente un bajo deseo sexual, inconvenientes de erección, un bajo recuento de espermatozoides, disminución del tamaño y la fuerza muscular, depresión, pérdida de la concentración e inclusive es detonante a fin de que se presente insomnio. Tu primer pensamiento es, lógico, dejar brotar tu cautivador, aquel hombres que homónimo de caballerosidad, simpatía, sensibilidad, limpieza, modales por el hecho de que, a final de cuentas, recuerdas que tu abuela y tu mamá siempre y en todo momento te han alabado en el momento en que de comportas como todo un clon de aquellos galanes que las hacían suspirar en el momento en que veían esos viejos filmes en blanco y negro. Para comenzar, el término es un anglicismo cuyo concepto es “región de amigos” y frecuenta usarse cuando en una pareja de amigos uno de los dos desea algo más, o sea seguir al noviazgo y el otro ni por enterado está.
En el estado de Novedosa York, en USA, por servirnos de un ejemplo, una persona lo comete cuando “ o acosa intencional y repetidamente a otra persona al proseguirla en o en torno a un lugar público, al asumir una conducta repetitiva o al cometer repetidamente actos que provocan a un individuo un miedo racional a sufrir daño físico”. Sin embargo, en las calles o en el transporte público, esa línea es turbia o sencillamente no existe. Lo que para muchos es un simple saludo, para una mujer encerrada en un vagón de tren puede ser una amenaza.
Una falda corta, un vestido o una blusa con escote pronunciado, unas lindas medias, un peinado sexi, un maquillaje llamativo, unas zapatillas altas, un cuerpo curvilíneo o voluptuoso no deben ser nunca fundamento a fin de que un hombre acose a una mujer. El alegato conservador tiene que ser erradicado desde todos los ámbitos que conforman a la sociedad de la cual formamos parte, sobre todo esa parte donde se le hace pensar al hombre que es el dueño señor de absolutamente todo… incluidas las mujeres. Pero aceptémoslo, varios de nosotros somos tendentes a las personas y a las relaciones tóxicas. Día a día manejamos un concepto muy pobre y muy mediocre en relación a la alegría y de ahí que casi siempre estamos metidos en activas de repetición de patrones emocionales nocivos.
No obstante, lo previo no significa que los hombres sean los únicos que buscan y quieren sexo. Pero la verdad es que cada sujeto, alén de su género y su preferencia, le otorga una relevancia y un valor preciso, en su escala de pretensiones, que acaba siendo muy particular y de peculiaridades disímbolas. Ahora bien, no es un misterio que varios poseemos perfectamente bien identificado que el sexo para los hombres está familiarizado con el placer, con las gratificaciones, al paso que para las mujeres está más vinculado con los sentimientos, con las conmuevas. No debemos olvidar que en esta sociedad monolítica a todos se nos ha asignado de manera ancestral un papel a desempeñar y a los varones se les ha asignado la labor de preservar la clase y a las féminas se les ha encomendado la misión de conformar un hogar y, más allá de que esta concepción pueda ser correcta o errada o que le agrades a ciertos y le disguste a otros, para bien o para mal de esta manera está definida en la sociedad de la cual formamos parte desde hace muchas generaciones. Por principio de cuentas, conceptual sensible y estructuralmente hombres y mujeres somos sumamente diferentes. En consecuencia, la interpretación y valorización que le concedemos al sexo es también distinta, si bien por supuesto no tenemos la posibilidad de generalizar pues es indudable que hay damas y caballeros que consiguen desarrollar cierta empatía y conexión con el sexo contrario que les deja ejercer una sensibilidad que deriva en balances y en pactos.
En el momento en que se llega el momento del truene con el novio o la novia o el divorcio, prácticamente en automático esta situación se apodera de nuestro entorno sensible y difícilmente poseemos la claridad para reflexionar ciertas cosas. Entre litigios y reproches, recurrentemente hombres y mujeres no se permiten autoevaluarse para poder llegar a un diagnóstico que los asista a comprender los de qué forma y los porqué de sus descalabros amorosos. Son activas sentimentales negativas que lo mismo las poseemos en la vivienda, en el trabajo, en la escuela, en nuestra colonia y, evidentemente, con nuestra pareja. Y con tan frecuentes que varios nos encontramos familiarizados a ellas, a nivel tal que las consideramos como algo “normal” e incluso si en algún momento llegamos a estar libres de ellas estamos mal o incompletos, lo que terminantemente es síntoma de que incluso ya llegamos a desarrollar algunas nosologías por esta clase de vínculos. Cierto, para bien o para mal los tiempos actuales nos han proveído de un sinfín de circunstancias que nos dejan finalizar que hombres y mujeres ahora pueden convivir, converger y coexistir con determinado grado de equidad y también igualdad. Sin embargo, en la cabeza de varios caballeros, me refiero a aquellos de perfil principalmente machista, todavía no les queda clarísimo que uno de los principales ingredientes para aspirar a una convivencia social más o menos adecuada es el respeto, el cual terminantemente no se le puede exigir a un sujeto a quien desde la cuna se le inculcaron antivalores que sitúan a la mujer como un ser inferior a en todo sentido.
En el momento en que estamos involucrados en una relación de una pareja, podemos sentirnos emotivamente abandonados por diversos motivos y razones. Por servirnos de un ejemplo, puede ser que nuestr@ novi@ o espos@, debido a circunstancias temporales, se implican tanto en su trabajo que solamente tienen tiempo para o, en contrasentido, en el momento en que nuestra pareja ha perdido su trabajo también llega a experimentar cierto tipo de depresión por estar desemplead@ que por un instante se enfoca en sí mism@ y sus propios inconvenientes. Los presentes son tiempos en los que las mujeres procuran sentirse preciosas de pies a cabeza y muchas acuden a especialistas en cirugía estéticas para progresar lo de afuera y de esta forma preservarse interesantes para el sexo opuesto. Los procedimientos más populares, como muchos ahora lo saben, tienen que ver con los senos, los glúteos y el rostro. Sin embargo, hace 10 años aproximadamente se provocó un “boom” en todo el mundo (México no fue la excepción) consistente en que las damas han comenzado a experimentar cierto malestar que impactó en su autovaloración por el aspecto externo e interno de su área genital.
Algunos usarán este periodo para el desenfreno total, otros para reposar y cargar la pila, unos más para continuar haciendo un trabajo (pues no todos poseemos la dicha de podernos tomar vacaciones en esta recta final del año) y también indudablemente habrá quienes aprovechen este transcurso como un tiempo para dedicárselos a sí mismos, por el hecho de que eso asimismo es válido. Otro buen propósito de Año Nuevo para efectuar en pareja es buscar oportunidades de crecimiento para ambos y también impulsarse mutuamente para alcanzarlas y ambos gozar de la recompensa por la consecución del logro. En este caso bien puede tratarse de estudiar una maestría, dejar de fumar, cambiar de casa, comprar un nuevo automóvil, dejar de tener mal carácter y enojarse por todo o hasta mudar de guardarropa. No hay propósitos pequeños ni logros minúsculos, la relevancia de éstos va encaminada en el beneficio y en el encontronazo que estos van a tener al interior de la pareja y en el desarrollo que está alcanzará con la obtención de ciertos logros. Los deseos y las aficiones, seamos francos, no en todos los casos son compatibles con los de nuestras parejas.